lunes, 19 de febrero de 2018

Mahoutsukai no Yome. Episodio 19

Cualquier puerto en tormenta es bueno ★★★½



Lo admito, me encanta Cartafilo (Cartaphilius /Joseph), uno de los mejores villanos en los últimos años del anime, ya sea por su maldad o su personalidad tan ambivalente apegado a la demencia y la irracionalidad. Estaba un poco desanimado con el ritmo del episodio por lo aburrido que llegan a ser muchas de sus escenas pero el final nos brindó una escena psicológica muy intensa. Los Dragones sienten el dolor como si fueran un ser humano. 
El sueño de Chise con Cartafilo fue para darle un ambiente oscuro sobre lo que iba a suceder, al igual que el comienzo del episodio que quizás para algunos pueda resultar en algo inquietante. 



Cartaphilius se ve realizando un procedimiento medico en uno de los dragones. En sus sueños, Chise visita Londres y se encuentra con Cartaphilius, que está sufriendo más dolor de lo normal y lloroso insiste en que su nombre es Joseph, no Cartaphilius. Chise despierta para encontrar a Alice, Renfred, Adolf y el administrador de la universidad Tory Innis en la casa de Elias. Explican que Cartaphilius robó a los dos dragones usando un dispositivo de tele-transportación que le robó a Renfred y quiere que Elias encuentre a los dragones y se los lleve a casa. Chise descubre que Cartaphilius está vendiendo un dragón en la casa de subastas de Londres que la vendió a Elías. Entran en la subasta con la intención de comprar el dragón con fondos universitarios. Chise descubre que, como se había vendido a sí misma como esclava, tiene derecho a la mitad del dinero que Elías le pagó, 2,5 millones de libras. Elias y Renfred discuten ferozmente sobre el futuro de Chise. Chise es contactada por una mujer que solo ella puede escuchar y hacen un acuerdo desconocido. El dragón traumatizado, como resultado del procedimiento de Cartafilo, se transforma en una versión gigante de Quimera y comienza a incendiar el lugar. Chise, que puede sentir las emociones del dragón, llora al experimentar el miedo del dragón, la miseria y el deseo desesperado de irse a casa.



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