Las entidades sobrenaturales de esta serie se están volviendo cada vez más peligrosas. Un espíritu demoníaco que convierte o aprisiona a los niños en piedras, una entidad demoniaca con dos caras y entre otros Yokai.
Como vimos en los anteriores episodios, la dinámica es simple pero efectiva. Aparece un yokai causando estragos en el mundo humano, pero Kotaro y compañía se enfrentaran a estos espíritus. Mana, la chica del mundo humano, se está involucrando cada vez más en el mundo espiritual, pero Kitarou le recuerda que 'Yokai y humanos no pueden ser amigos'. Si intentas acercarte al mundo yokai, los yokai se acercaran al tuyo.
Casi similar al capítulo anterior, una entidad demoniaca está causando la desaparición de niños, Kotaro y sus amigos se enfrentaran a un nuevo Yokai llamado "Tantanbo" quien tiene el poder de convertir a las personas en piedras, y necesitara de niños para convertirlos en columnas de piedra, ya que al ser niños las columnas duraran para siempre.
Hay un pensamiento realmente interesante de Tantanbo, él menciona el 'deterioro del mundo actual', describiendo a los humanos como los culpables de la destrucción sistemática del mundo. Quizás tengo razón, pero a lo que quiere llegar es en aniquilar la humanidad. Bueno, con los bombardeos de Siria el viernes 13 de abril, no falta poco para que la humanidad se aniquile a sí mismo.
Esa frase última fue una pequeña reflexión pesimista, no creo que pase sinceramente. Pero enfocándonos en la serie, Mana y Kotaro por fin son amigos 'oficiales'. Más adelante veremos a los dos más involucrados con los nuevos yokai que aparecerán, hasta quizás los dos se enamoren, pero con Neku también presente, formaran una especie de triángulo amoroso.