Un episodio final que resume todo lo que fue este anime; chistes de referencias muy Otakus, la vida social -en apariencia- de un otaku, lo difícil que puede ser el "amor" para un otaku, y por supuesto, contempla las extrañas y poco comunes personalidad de cuatro Otakus que ahora son adultos pero que no pueden dejar de lado lo que más aman: El manga, el anime y los videojuegos. Once episodios hablando de lo mismo ¿No? Aunque me gusto los episodios cuando entraron en el mundo virtual de los videojuegos con sus avatares, incluso para mí fue lo más ingenioso que vi de la serie. Sin embargo la expectativa de los cuatro personajes es tremenda; tiene trabajos seguros, viven solos en un departamento, tienen tiempo de disfrutar de lo que más le gusta; pero la realidad quizás sea otra. De todos modos confieso que a lo largo de la serie me he mantenido ambivalente, además no me sentí identificado por ninguno de los cuatro. Pero eso no quiere decir que no aprecie a una serie como Wotakoi, un Otaku en la vida real que tenga la misma actitud de los protagonistas, para él será para el mejor anime de la historia. Además de que ha sido de los animes más exitosos en esta temporada.
Así que por ahora (ya que estoy seguro de que va haber otra temporada) es hora de despedirse de Wotakoi. Además de que este episodio final no proporciona ningún sentido de cierre para sus personajes o relaciones. En cambio Wotakoi se centra en la vida doméstica de los protagonistas o las tres parejas. Hanako y Kabakura comienzan a compartir una tarde de lectura de manga; Kou y Naoya continúan con su floreciente amistad; y nuestra pareja principal también tiene su propia anécdota en su relación, la cuestión es que Narumi finalmente ha visto el pene Hirotaka -suena a chiste pero en verdad sucedió- un tributo a las comedias sexuales en el anime (no hentai). Suceden más cosas que eso, pero ninguna de ellas es remotamente tan importante. Narumi decide sorprender a Hirotaka con una visita a su apartamento.
Digamos que no mucho ha cambiado, pero aquí están, todavía jugando ese juego virtual, llorando por las historias del manga, no perderse los nuevos estrenos animes y muchas variedades de lo que hacen los otakus adultos.
El episodio termina con un mensaje esclarecedor, "La ficción enriquece nuestras vidas y crea un vínculo a través del cual podemos vincularnos con otras personas”. Idealmente, de eso se trata ser un otaku, y así es como Wotakoi se destaca como una celebración no solo de la subcultura, sino de cómo puede unir a las personas. No es un espectáculo desternillante, ni tampoco es el más bonito, pero es una mirada coherente sobre simpáticos otakus enamorados. ¿Superficial o no? Es opinión de cada uno. Pero lo mejor quizás vino de los créditos finales, ahora ya sabemos que talvez Hirotaka tuvo una relación antes de que se encontrara con Narumi, y Kabakura es un gran observador de rostros:). Y ojala que se confirme una segunda temporada.