Directores: Tod Browning, Karl Freund
Uno de los primeros filmes 'sonoros' sobre vampiros, el Conde Drácula; anteriormente ya se había filmado: Nosferatu (1922) en cine mudo, donde fue una influencia en algunas escenas. Ambas películas fueron una adaptación de la novela de Bram Stoker. Hay una historia curiosa sobre Nosferatu, ya que la película había sido filmada sin permiso, y llevada a juicio por derechos de autor; una historia que más adelante comentare cuando vea Nosferatu.
La película ha sido influyente en cuanto al género de suspenso y horror sobre vampiros en Holliwood, sobre todo por la representación de Drácula, interpretado por el actor Bela Lugosi, que retrata al conde como noble y encantador, ya que la apariencia de Drácula en la novela y en la película de 1922 era descrita como repulsiva. Las escenas de apertura, ambientadas en el castillo de Drácula, fueron impresionantes para la época, donde supieron crear una atmósfera espeluznante. Presentan algunos efectos especiales: la niebla, la iluminación y murciélagos títere que representaban la transformación de Drácula a un animal. Los primeros 20 minutos realmente me gustaron, pero se torna algo estático y adormecedor cuando las escenas transcurren en Inglaterra, que concluye con un final abrupto, pareciera que fuera un obra de teatro. La actuación del ayudante de Drácula, Renfield, interpretado por Dwight Frye, fue el que más me gusto, una interpretación emocionante y neurótica, donde cuenta una historia perturbadora pero que no fue representado en la película. Las actuaciones en general tenían un estilo del cine mudo; si uno aprecia detalladamente las escenas y las interacciones de los personajes, es muy similar a las películas silenciosas.
Para muchos amantes del cine, el retrato de Drácula por Lugosi es considerado el mejor.
---Revisado el Lunes 10 de Julio del 2017—