Un episodio donde apreciaras en su máxima expresión los matices emocionales muy reconfortantes de los personajes principalmente de Chise y un viejo Dragón, acompañada a la 'perfección' con imágenes preciosas.
En los paisajes volcánicos de Islandia está el Santuario de los últimos dragones que quedan donde un mago llamado Lindel es el guardián del lugar y encargado de mantener ocultos a los dragones de los humanos. En estos lares después de una bienvenida poco cómoda, Chise conoce a los dragones y en especial a un viejo dragón llamado Nevin, que ya está pronto de pasar a la otra vida. Él le explica que los dragones no tememos a la muerte como los humanos, vivimos nuestras vidas a plenitud para nunca lamentar nada. Tras ver los recuerdos de ella, Nevin le muestra en un sueño la experiencia de volar; esta fue la mejor parte del capítulo donde hasta incluso tú puedes sentir la experiencia. Al final los dragones que mueren se convierten en parte de la naturaleza.
Nota: En la escena final, Chise contempla la muerte del dragón como una forma tranquila de morir; se me vino a la mente la palabra suicidio, casi como una referencia implícita. Tómenlo como una apreciación netamente artística no como algo que están tratando de insinuarles.
Visto: 27/10/2017
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