jueves, 21 de junio de 2018

Hinamatsuri. Episodio 11

Un hombre sediento de sangre, violencia y dinero ★★★★ (ESENCIAL)



Con este episodio Hinamatsuri se ha consolidado como la mejor comedia de la temporada. Un tipo de comedia poco común e ingeniosa en cuanto al anime, verlo ha sido una gran sorpresa para mí. 

El episodio comienzan con la presentación de un periodista llamado Seta, que quiere hacer una entrevista 'profunda' a Nitta. Seta ha depositado sus esperanzas en que Nitta salga como un despiadado yakuza en su reportaje, por lo que la desesperación se apoderaron rápidamente una vez que se dio cuenta de que Nitta es esencialmente una persona amable. Cuando fracasan sus intentos de hacer que Nitta se convierta en un yakuza lleno de ira, Seta se conforma con editar y manipular (para el público televidente) el  poco material de archivo que tiene para su reportaje. 
Lo que no sabe el periodista es que Nitta es el personaje más "normal" de la serie. La única razón por la cual Seta lo elige como un sujeto de su reportaje es por la reputación que ganó en el primer episodio, cuando Hina causo un tremendo alboroto con sus poderes telequinéticos. 
El reportaje resultante, es una comedia muy elegante. La narración de Seta es una parodia de documentales televisivos demasiado dramáticos y con un fin de tergiversar la verdad. La edición fue bastante divertida para hacer que Nitta parezca un verdadero villano. 




La segunda mitad de este episodio presenta una divertida inversión de roles, con Nitta pasando tiempo con Anzu mientras Hina está ausente. 
Juntar a Nitta y Anzu es una movida inteligente, tanto en términos de comedia como de desarrollo de personajes. El marcado contraste entre ella y Hina es lo suficientemente entretenido por sí solo, y Nitta siente envidia de la familia Hayashi (quien cuida a Anzu). Lo que me encanto fueron algunas reflexiones de Nitta, sobre cómo Anzu y Hina han cambiado desde que llegaron a la ciudad. Sus experiencias tan diferentes en el transcurso de la serie ha transformado la personalidad de cada una de ellas. 
En un segmento de comedia visual muestra a Anzu como ángeles llevando a Nitta de las oscuras profundidades  de Hina (Hina = Realidad) a los cielos apacibles de Anzu. Es satisfactoria y algo excesivo y, pero realmente funciona. 

La escena final presenta un cambio de último minuto. Pasamos de la comedia al drama en unos segundos, cuando las noticias de la desaparición de Hina llegan a Nitta. El tiempo dirá si Hina está realmente en peligro o si simplemente se aburrió y se fue, pero por ahora la atención se centra en cómo reaccionará Nitta a la situación. 
Lo que me encanta de Hinamatsuri es que equilibra la comedia y los elementos dramáticos de la serie.


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