Este es un episodio interesante. En parte esto se debe a los temas específicos sobre el amor paterno que explora, pero incluso más allá de eso, es una oportunidad para que la serie recuerde cuales son las raíces de Kitaro. El hecho de que el padre de Kitaro sea un cuerpo diminuto que sostiene un solo globo ocular gigante podría haberte golpeado como parte de la rareza general de la serie, pero esta semana nos dice explícitamente que 'Papá Ojo' es todo lo que queda de su cuerpo original, y si has estado prestando atención al opening, lo verás caer de su cráneo. Nunca pareció molestar demasiado al propio Kitaro, pero ahora nos enteramos de que molesta a su padre, porque para cuando Kitaro, nació en un cementerio, su padre ya estaba en su forma actual, y por lo tanto no podía hacer cosas como abrazar a su hijo o ayudarlo de maneras paternales convencionales.
A pesar del título, el makura-gaeshi en realidad no es el antagonista, sino el fantasma malvado de lo que una vez fue una niña sacrificada por su pueblo para detener una inundación. Llevaba puesta la campana de control de los sueños del makura-gaeshi cuando murió, un gesto que tuvo repercusiones muy negativas. Sin embargo, más importante es la emoción con la que la niña murió: el miedo alimentado con ira. Mientras ella está siendo sacrificada, vemos que la cámara permanece en el centro del hombre en un grupo de aldeanos; presumiblemente este es su padre. Más adelante en el episodio, cuando ella revela su verdadera naturaleza, ella trata de ahogar a Kitaro y a Masashi, el niño que acudió a él en busca de ayuda para que cure a su padre de un sueño profundo. Mientras grita por su padre, el padre de Masashi se despierta de su estado de sueño y se sumerge para salvar a su hijo; Papá Ojo hace lo mismo e incluso puede recuperar su forma original temporalmente para actuar como el padre que siempre ha deseado para Kitaro.
El fantasma malvado deja que todos se vayan pero esto puede interpretarse de diferentes maneras. Por un lado, podemos ver que ella ha despertado el tipo de instintos que desearía que su padre hubiera tenido (o al menos demostrado), y al hacerlo, su trabajo ha terminado. Alternativamente, ella podría verse a sí misma como una fracasada, porque ahora está más claro que fue solo su padre quien dejaría morir a su hija, por lo que tendrá que continuar su búsqueda para justificar su propia muerte. De cualquier manera que lo mires, su sonrisa malvada al final indica que está lejos de haber terminado en lo que sea que haya planeado.
Una vez más, este episodio hace un buen trabajo al tocar los temores de los niños y ofrecer una buena explicación para ellos, sin escatimar en el miedo. Las escenas de apertura son definitivamente alarmantes ya que el temor de Masashi crece de manera palpable, y el final de la historia básicamente dice que dos de cada tres padres aman mucho a sus hijos, y el número tres la sacrificaría a un dios del río. Es posible que la niña no se haya enterado de toda la historia, por lo que será interesante ver si regresa más adelante en la serie.
Posdata: Un nuevo "Ending".
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