sábado, 25 de agosto de 2018

Happy Sugar Life. Episodio 04

La Chica de Azúcar no se da cuenta ★★★



En episodios anteriores, la serie casi no mostró sobre si Satou realmente estaba cometiendo algún tipo de violencia. El episodio 4 parece haber puesto fin a eso. No vemos directamente a Satou cometer el caos desgarrador, pero la implicación de la cámara salpicada de rojo y la imagen posterior de la escena del crimen nos dicen todo lo que necesitamos saber. (No es como si sus víctimas fueran inocentes, pero aun así, eso es bastante extremo.) Por supuesto, también está esa escena de tratar de limpiar las manchas de sangre de la pared de la habitación sin usar, pero la pregunta sigue siendo a quién pertenecía la sangre.

Las escenas del pasado de Satou de una mujer maltratada que antes creía que era la madre de Satou ahora parecen pertenecer a la tía con la que vivía Satou después de la muerte de sus padres, y por lo que sabe su escuela, todavía vive con ella. Los flashbacks de Shio nos están inclinándonos hacia una mejor comprensión de su pasado, sugiriendo ahora que ella puede haberse separado intencionalmente de su madre. Sus propias reacciones perturbadas a la sangre ponen en tela de juicio si ella tal vez presencie que su madre fue asesinada (¿tal vez por su padre?). Todavía hay mucho por descifrar en ambos frentes, y el ritmo de estas revelaciones sigue siendo fuerte.



Mitsuboshi se ha convertido en un degenerado real con respecto a Shio, y que él sea testigo de que Satou se la llevará, seguramente tendrá consecuencias desagradables en el futuro. La revelación inesperada de este episodio es la escena del epílogo que indica que una de las compañeras de trabajo de Satou en el café de limpieza ha estado olisqueando su uniforme mientras estaba parcialmente desnuda. Para mi recuerdo, su atracción ni siquiera ha sido mostrado incluso de manera implícita, ni ha tenido interacciones distintivas con Satou; era una compañero de trabajo diferente que juguetonamente le pidió a Satou que se casara con ella antes en el episodio. Aun así, no debería ser una gran sorpresa en este punto; hemos tenido una mujer mayor y un maestro con claros comportamiento de depredador sexual, además de un pedófilo en ciernes, por lo que un acosador más difícil apenas se registra.




A través de todo esto, el foco permanece en Satou. Ella separa su lado aparentemente inocente de su lado psicótico el cual nunca se ha representado de manera más nítida, y las dimensiones a las que va a proteger su paz temporal y su alegría se manifiestan aún más cuando instala una cerradura de la puerta para que Shio no pueda salir de su apartamento por su cuenta otra vez. Esto pone un tono más oscuro en su relación, incluso cuando sus interacciones continúan pareciendo perfectamente inocentes. Esa alegría inocente que enmascara profundos matices oscuros sigue siendo la fuerza principal y el punto más atractivo de la serie.



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