domingo, 30 de septiembre de 2018

Chio-chan no Tsuugakuro. Episodio 11

★★★½



Chio es una gamer "indisciplinada", ya que tiene una maratón de juegos nocturnos que la deja demasiado enérgica como para dormir. Con la mañana acercándose y su ciclo de sueño completamente fuera de control, ella termina tomando una inspiración de su personaje en el juego. En el caso de Manana, un programa de entrevistas hace que se obsesione con el tema del olor corporal como punto de paranoia. Cuando descubre que su mejor amiga huele mal, una vida de infortunio comienza a tener sentido.

El episodio comienza razonablemente divertido, con Chio teniendo exactamente el tipo de sesión de juego nocturno que uno esperaría de ella. Ella logra un equilibrio decente entre la parodia y la verosimilitud, y la decisión de Chio de traicionar a sus aliados se siente mucho en carácter. Lo mismo puede decirse de su plan de escape meticulosamente coreografiado para cuando su madre irrumpe inevitablemente en la habitación; creo que voy a inspirarme de ella:). El programa también hace un buen trabajo con el dilema del sueño al que termina enfrentando. Los problemas con los que se encuentra Chio, ya sea que esté demasiado cableado para dormir realmente o que necesite planear y elegir el horario menos horrible para dormir, se sienten muy auténticos en una maratón de juegos nocturnos. Después elabora una divertida estrategia, ya que se quedó dormida para ir a la escuela, utiliza una máscara (para cubrir su sueño) y hace que Manana la despierte golpeando suavemente la bolsa.

La segunda mitad también tiene sus momentos, gracias en gran parte al estado emocional constantemente cambiante de Manana. Ella salta de la compasión de Chio a resentirla por la caída de un sombrero, luego se vuelve a poner en el modo de genio malvado mientras planea usar a Yuki para romper las malas noticias sobre el olor corporal de Chio. En cada caso, Manana se muestra cómo se siente en ese momento en particular, con la dirección visual y la interpretación vocal contribuyendo a la comedia. 

Es otro episodio característico y divertido de Chio-chan pero que se queda algo corto. Ambos escenarios tienen el potencial de ser hilarantes, y los chistes más pequeños que ocurren en el camino son consistentemente entretenidos. Con el próximo episodio programado para ser el último, espero que la serie nos brinde un gran final.







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