Este episodio nos brinda un tutorial simple sobre lo que los glóbulos rojos hacen diariamente. Que la pobre chica se pierda constantemente significa que un Neutrófilo la vigila cautelosamente mientras hace sus rondas, cuidando de que ella no lo vea. El hecho de que todos los demás glóbulos rojos saben que está ahí le agrega algo de humor al proceso. La chica glóbulo rojo es completamente ajena a la presencia del glóbulo blanco. Cuando él le devuelve el cuaderno y ella piensa que acaba de regresar volando como si una especie de boomerang de papel mágico fuera una de las mejores partes.
Una de las ventajas adicionales del viaje de la chica GR es que realmente te da una buena idea de por qué la acumulación en las venas y las arterias es tan peligrosa. Ella gasta la mayor parte de su viaje entre masas de otros glóbulos rojos, y las señales continuamente le recuerdan a los glóbulos rojos que dejen sus carros atrás, que tengan cuidado de los demás y que sigan avanzando a un ritmo constante. Si este es un corazón sano (y no tenemos ninguna razón para sospechar lo contrario), entonces imagina cómo serían las vías de un corazón poco saludable.
Esto nos lleva a una pregunta en la que me he planteado reflexionar sobre el curso del espectáculo: ¿de quién es el cuerpo en el que vislumbramos el interior? La naturaleza amigable para la familia parece indicar de un niño, y la cantidad de abrasiones mencionadas sin duda lo soportaría, al igual que la naturaleza generalmente saludable de los órganos. También vale la pena preguntarse si el corazón que parece un castillo japonés cambiaría en el cuerpo de alguien de otra nacionalidad, aunque tal vez eso es pensar demasiado en las cosas.
Ya sea que te guste o no el romance discreto entre nuestros protagonistas, la caracterización de las células es parte de la diversión de este espectáculo.
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