Director: David Yates
Una conclusión satisfactoria para la saga de Harry Potter, aunque no ha sido tan sorprendente como las anteriores, pero la escala de la película, invirtiendo más en un tono desolado, melancólico, dramático, la lucha entre el bien y el mal, fue realmente épico. Excelentes actuaciones, principalmente la de Alan Rickman como uno de los personajes más complejos en cuanto a su historia.
Cuando vimos por última vez a Harry, Ron y Hermione convalecientes después de que Dobby murió rescatándolos de una muerte segura, ahora Harry convence al duende 'Griphook' a cambio de darle la espada Gryffindor para que lo ayude a entrar en la bóveda de ‘Bellatrix Lestrange’ en busca de los horcruxes faltantes. Pero después de un escape que desafía a la muerte, Harry se da cuenta de que deben regresar a Hogwarts para encontrar los artículos finales que buscan. Con la ayuda de Abeforth Dumbledore (El hermano de Albus Dumbledore, el difunto director de Hogwarts) y Neville Longbottom, quien reunió a todos sus amigos, el trío protagonista se encamina a Hogwarts quien ahora está siendo dirigido por el Director Severus Snape.
Voldemort declara la guerra total a Harry y Hogwarts, quien está desesperado por matar antes de que Harry pueda destruir todos los horcruxes restantes. Así comienza la culminante 'Batalla de Hogwarts'.
Lo que funciona mejor en esta película es el deslumbrante maquillaje y el trabajo de efectos especiales. Todas las criaturas y elementos mágicos cobran vida añadiendo emoción. Esto es especialmente evidente durante las secuencias de batalla, que dominan el acto final de la película y proporcionan muchos de sus momentos más destacados. Una batalla total entre Voldemort y su ejército contra Harry y sus aliados en Hogwarts; esta secuencia me hizo recordar a la batalla final del 'Señor de los Anillo: El retorno del Rey'.
Pasa del tono atmosférico oscuro lento y dramático de la Parte 1, a una película de guerra intensa. Grint y Watson agregan un poco de ligereza muy necesaria con sus dulces propuestas románticas, pero mientras luchan contra Mortífagos, es el gran momento de Radcliffe para impulsar la acción hacia la confrontación final de Harry con Voldemort. Neville, quien, después de años de ser el alumno más ninguneado de la clase, demuestra lo valiente que es en Gryffindor. Rickman obtiene sus mejores escenas en una serie de flashbacks que exploran su verdadera naturaleza.
Gran parte de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte 2 es una escena de batalla épica: chispas voladoras, magos en duelo y criaturas aplastándose entre sí.
En general este final nos brindado emociones muy recargadas al igual que en lo visual, aunque para mi quizás esto fue de doble filo. Cuando veía todas estas escenas épicas no podía dejar de sentir que estaba viendo algo vacío en emociones, y lo visual me pareció un tanto exagerado. Al terminar la película no tuve esa sensación de haberme dejado algo memorable, como para recordar durante muchos tiempo, solo que este fue el final de una de las mejores sagas del cine.
---Revisado el Marte 17 de Abril del 2018—
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