El episodio presenta a Hitomi y Anzu lidiando con problemas típicos de la escuela media en Japón, como alquilar un apartamento mientras hace trabajos en varios empleos, ya sabes, solo las cosas de jóvenes tratando de emanciparse, típico de Japón ¿No? Hitomi comienza a tomar cualquier trabajo a tiempo parcial o temporal que pueda encontrar. Ella termina bien en todos ellos, tal vez demasiado bien para su propio bien. Un último intento de escapar de su nueva vida como una estudiante de secundaria en activo fracasa, dejándola con ofertas de trabajo lucrativas y la bendición de su madre para seguir viviendo por su cuenta. Mientras tanto, Anzu de repente recibe su mesada e intenta averiguar qué hacer con ese dinero. Ella decide comprar un regalo para sus padres adoptivos, pero termina apostando en carreras de caballos para obtener el dinero extra que necesita. ¿Qué podría salir mal?
En términos de comedia, este episodio realmente da en el blanco una vez que Hitomi comienza a recoger el trabajo temporal. Su primer trabajo limpiando ventanas de rascacielos es una metáfora apropiada para su situación en general: Hitomi trabaja como loca para escapar de su situación lo más rápido posible, pero su asombrosa habilidad para sobresalir bajo presión demuestra ser su perdición. La sucesiva letanía de trabajos ocasionales ofrece muchos puntos destacados, desde el regreso inesperado de los amigos músicos de Hina, a toda una historia dramática en la oficina. Todo esto se basa en una excelente escena final, con la madre de Hitomi poniendo el último clavo en el ataúd al no decirle a nadie que su hija todavía está en la escuela secundaria. Como se lamenta Hitomi más adelante en el episodio, aparentemente no hay un solo adulto en este universo en el que pueda confiar para obtener ayuda. Enfrentado con esa sombría realidad, parece demasiado apropiado para ella aceptar de mala gana el éxito y la independencia que nunca quiso en primer lugar.
En caso de que alguien lo haya olvidado, este episodio sirve como otro recordatorio de que Hinamatsuri puede armar un episodio muy entretenido sin contar con Hina y Nitta. Tanto Hitomi como Anzu se han ganado su protagonismo: Hitomi ahora es totalmente capaz de sustituir a Hina como el centro de comedias del espectáculo, y Anzu se ha convertido en el corazón palpitante del drama de personajes de Hinamatsuri. Individualmente, su crecimiento y desarrollo desde sus roles iniciales de apoyo ha sido realmente impresionante.
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