lunes, 17 de septiembre de 2018

Banana Fish. Episodio 11

Lo bello y lo maldito ★★★★½



Este episodio 11 actúa como un respiro para nuestros protagonistas. Ash se reestablece con su pandilla en Nueva York, él y Eiji se ponen "cómodos", y el enfoque cambia de los desarrollos de la trama a las revelaciones de los personajes. Las cosas todavía suceden, pero está configurado en gran medida para el próximo arco. Después de mucha acción y tragedia en las últimas semanas, es agradable relajarse un poco y ver cómo estos muchachos se confortan. Y si estás en el camino debido a la relación Ash / Eiji, que supongo que es la mayoría de ustedes, este episodio es un verdadero placer.

Francamente, esta relación central es la mayor parte de lo que hace que Banana Fish funcione. Las conversaciones sobre violación y abuso son mejores que otras en su subgénero, pero puedo pensar en muchos otros animes que manejan mejor estos elementos. La trama de drogas, la violencia y los elementos de pandillas se sienten un poco tontos y juveniles cuando te paras a pensar en ellos durante demasiado tiempo. Las relaciones de los personajes elevan este espectáculo, en especial de Ash y Eiji el cual es el corazón palpitante de la serie. Su vínculo trasciende incluso sus otras amistades y relaciones familiares en la serie. El amor y el deseo no necesitan besos ni escenas de sexo para comunicarse. Ash y Eiji muestran su amor en todo lo que hacen.

Además podemos ver a Ash ser vulnerable en los brazos de Eiji. Esto hace que todo sea más raro en la última parte del episodio cuando se transforma de adolescente precoz a un súper hacker, y genio jefe de la mafia. Al menos el spyware es una de las actualizaciones tecnológicas más creíbles. (Aunque cabe preguntarse si Ash ha tenido spyware en la computadora de Dino todo este tiempo, ¿por qué no estaba al tanto de algunos de los otros planes de la mafia? Después de todo, la gente puso todo en las computadoras.) El tema del episodio parece ser cómo Ash puede mostrar tantas caras diferentes a tantas personas. Algunos, piensa que él es el cerebro criminal, mientras los guía a través de esta nueva batalla con papa Dino. Con Eiji, es un adolescente normal, triste y herido, que puede bromear y sollozar y confesar tontos temores infantiles como calabazas. Son los muchos lados de Ash los que hacen que esta historia sea tan fascinante, dando la esperanza de poder encontrar un ser más auténtico debajo de todo ese trauma.




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