Al llegar a Dwargon con Gobta, el duende, Rimuru termina en una pelea con algunos matones y es encarcelado. Rimuru es finalmente liberado después de proporcionar pociones a los guardias y se le presenta a Kaijin el herrero. Utilizando el mineral de magisteel que había reunido en las cuevas, Rimuru ayuda a Kaijin a cumplir una orden de espadas largas a cambio de su ayuda en el suministro de artesanos para el pueblo goblin. Mientras Rimuru y los enanos celebran en una barra de elfos, una figura se acerca.
El humor continúa siendo una constante de este anime, con algunos chistes fan-service clásicos, tropos de fantasía comunes y la modesta incómoda de Rimuru proporcionando sonrisas y carcajadas.
No demasiado en términos de acción este episodio, con la excepción del fiasco fuera de la puerta, que es más divertido que cualquier otra cosa. La animación está tomando su caída habitual dada la progresión hacia la temporada, pero aun así permanece sólida en general. Mi principal decepción es que faltaban algunas de las tomas más amplias del paisaje, lo que definitivamente me desconectó del mundo de fantasía más amplio.
Diría que mi mayor preocupación con el programa hasta ahora es que Rimuru es casi demasiado perfecto. No solo controla una magia y habilidades perversamente poderosas, sino que también parece ser un líder naturalmente carismático y amable, que reconcilia las disputas de larga data y da a luz sin esfuerzo a una nueva sociedad. Sus ideas, aparentemente de sentido común, reciben un asentimiento entusiasta y un sentido general de "¿Eh, por qué no pensamos en eso?" No me malinterpretes: Rimuru es una maravilla para pasar el rato como un personaje, pero su La infalibilidad actual definitivamente quita la tensión narrativa cuando parece que no puede hacer nada malo.
Aun así, al final del día, ver este espectáculo te alegra el día (a menos que unos imbéciles estén haciendo ruidos alrededor de tu casa). Por lo demás, que buen episodio para tirarse a dormir por un buen rato:).
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