miércoles, 3 de enero de 2018

Henry: Portrait of a Serial Killer (1986)

★★★★ (ESENCIAL)



Director: John McNaughton

Es una película con escenas escalofriantes y para ser de ese año seguramente habrá tenido un gran impacto en el público. Pero también es una muy buena película donde te ofrece un retrato inolvidable de la patología de un hombre para quien matar no es un crimen, sino simplemente una forma de pasar el tiempo y aliviar el aburrimiento. A diferencia de algunas películas controvertidas, "Henry" es digno de un debate serio. Sinceramente me ha dejado casi totalmente conmocionado, y no lo digo por sus escenas macabras si no la forma en que desarrollo la psicología del personaje principal. Está muy bien hecha y no deja que las limitaciones de su bajo presupuesto se interpongan en su camino. La fotografía, actuación, edición y el uso de efectos de sonido y música son excepcionales; pareciera como si esta película hubiera costado mucho más. 

Cuenta la historia de Henry, un asesino en serie que comete sus crímenes de manera eficiente y sin remordimientos. Henry se convierte en el compañero de cuarto de Otis, un preso en libertad condicional que trabaja en una gasolinera, y luego la hermana de Otis llega de fuera de la ciudad y se muda. Ella está fascinada con las historias de violencia de Henry. Otis, que puede tener un interés homosexual en Henry, finalmente lo acompaña en una serie de asesinatos brutales, incluido uno en el que pretenden tener problemas con el automóvil y luego dispararle a un buen samaritano, y otro donde invaden una casa y graban el asesinato en video de una familia entera. Esta última es una de las escenas más impactantes que vi. Al principio, la violencia se presenta como una serie de escena fijas de las victimas acompañados por los escalofriantes sonidos de la víctima. Más tarde, la película toma intensidad y se vuelve inquietantemente más gráfica. 
La película de McNaughton es un retrato de un estado mental que no conoce limitaciones sobre la brutalidad, que solo comprende cómo no ser atrapado. Este es el único talento de Henry, su habilidad astuta para evitar ser notado. 
El realismo tan marcado en el personaje de "Henry" y la fría indiferencia con que se presenta, sin glorificar ni moralizar contra los crímenes, pero mostrar de una manera sin prejuicios cómo un asesino en serie se considera tan natural como dar un paseo por el parque, hace que esta película sea aterrador. Casi no deja lugar a la esperanza de que la sociedad pueda rehabilitar a tales individuos o que puedan evitar que todos los otros Henry’s lleven a cabo las mismas acciones sucias. Quizás esta película no se le puede considerar arte (y no es una crítica) si no como algo de darte una perspectiva más amplia de los infames asesinos en serie.






---Revisado el Miércoles 03 de Enero del 2018—

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