Era evidente que el 'muñeco' de Akiho era otro guardián |
Es agradable ver a Meiling otra vez pero la rutina de la serie, quizás solo en este episodio, empezó aburrirme por lo repetitivo y hasta adormecedor que se ha vuelto, mostrando las misma situaciones infantiles, el cual no tiene nada de malo pero desde el primer episodio nos ha brindado más de lo mismo, y este capítulo trece fue el punto de quiebre. Esperaba al menos un cambio 'ligero' de la serie.
Meiling siempre me pareció un personaje divertido, en la serie original le añadió un agradable tono de romance Sakura/Syaoran/Meiling. Ella puede ser a veces impulsiva por sus sentimientos, pero en última instancia, una gran amiga.
Esta vez ella cumple una función totalmente diferente, como una observadora. Ella actúa como una consejera para Sakura y aporta una perspectiva muy necesaria sobre ella. Un gran tema que se toca es la soledad. A Sakura le preocupa que Syaoran esté solo. Ella quiere ayudar, pero tiene miedo.
Mientras que Meiling fue mucho más dulce esta vez, desearía que hubiese tenido un poco de su personalidad 'conflictiva' como fue en la serie original.
Aun así, ya estamos configurando la aventura de captura de tarjetas para la próxima semana, que parece que podría ocupar una gran parte del episodio. Tal vez ese nivel de peligro haga que las emociones de Meiling sean suficientes para darle a Sakura el consejo que necesita.
Después de que Meiling la tranquiliza acerca de los sentimientos de Syaoran, los dos se preparan para dormir, cuando Sakura nota brevemente algunas orejas de gato y cola que aparecen en el cuerpo de Meiling. Mientras tanto, Akiho confiesa a Kaito que ahora puede leer más en su libro, y le cuenta sobre un evento del libro que es sorprendentemente similar a la situación actual con Sakura y Meiling.
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