Un episodio inspirador y de mucha reflexión, el cual me ha dejado un tanto sorprendido.
Yang Wen-li planea su misión para capturar la Fortaleza de Iserlohn. Se presenta al personal de alto nivel de la Décimo Tercera Flota: el Comodoro Edwin Fischer es nombrado Comandante de la Flota, el Comodoro Murai como Jefe de Estado Mayor y el Capitán Fyodor Patrichev como Vicejefe del Personal. Finalmente, la subteniente Frederica Greenhill es nombrada ayudante de Yang bajo la recomendación de Alex Cazerne. Por el bien de su misión, Yang también tiene la intención de contar con la ayuda del renombrado Rosen Ritter, un regimiento de infantería especial de la Alianza compuesto exclusivamente por exiliados imperiales y sus hijos. Yang luego se reúne con Frederica para encontrarse personalmente con el comandante del regimiento Rosen Ritter Walter von Schönkopf en su base de entrenamiento, y lo convence de la viabilidad de su plan y del papel integral del Rosen Ritter en él.
Con todos los preparativos en su lugar, la Décimo Tercera Flota finalmente sale de Heinessen y llega al Corredor Iserlohn después de un largo viaje. Después de interrumpir las comunicaciones de la Fortaleza de Iserlohn, que induce a la flota de la guarnición de la fortaleza a buscar la fuente de interrupción, la Décimo Tercera Flota luego realiza un simulacro de ataque contra un crucero imperial a la vista de la fortaleza, y se retira antes de que la fortaleza pueda tomar represalias. El capitán del crucero busca audiencia con el comandante de la fortaleza.
El último fragmento de este episodio consiste principalmente en Yang explicando su intención a futuro para las próximas generaciones. La respuesta de Yang a Schönkopf planteando preguntas sobre su propia lealtad sigue siendo un momento clásico de caracterización, y su discusión sobre retirarse por "unas pocas décadas de paz" es un contenido excelente, que habla tanto del carácter de Yang como del realismo histórico que esta serie intenta transmitir.
"La paz permanente nunca ha existido en toda la historia de la humanidad. Así que no estoy esperando eso. Pero unas pocas décadas de paz nos dieron una era de prosperidad. Si debemos dejar algo atrás para la próxima generación, me gustaría que ser paz. Y mantener la paz entregada por la generación anterior sería su responsabilidad. Si cada generación puede recordar su responsabilidad a las generaciones futuras, tal vez podamos tener paz a largo plazo como resultado. En resumen, mi esperanza es que unas pocas décadas de paz, como máximo. Pero incluso eso sería decenas de miles de veces mejor que una era de guerra que durara una décima parte de esa duración”.
*Yang Wen-li, a Walter von Schönkopf, en respuesta a su pregunta sobre si la paz permanente es posible si se captura la fortaleza de Iserlohn.
La parte donde Wang explica sus motivos y el razonamiento detrás de tomar esta operación. El pequeño discurso sobre cómo su esperanza de unas pocas décadas de paz podría eventualmente convertirse en algo más duradero junto con su toma de la responsabilidad de cada generación para mantener esa paz fue realmente conmovedor. Wang es un gran líder.
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