Un episodio emotivo y por ahora el mejor de la serie.
Según la leyenda, el sunekosuri es simplemente una criatura misteriosa que aparece ya sea en la lluvia, en la noche o bajo la lluvia en la noche y se frota contra las piernas de las personas, haciendo que se tropiecen. En la mayoría de los casos, se dice que se ve como un gato, aunque también se informa algo parecido a un perro. Esa es probablemente la idea detrás del diseño de los personajes de Shiro, el sunekosuri que vive con una anciana llamada Masae como su mascota.
La trama del episodio es bastante estándar para los cuentos de yokai que intentan coexistir con los humanos. Shiro no tiene idea de que es una yokai que se alimenta de la energía humana, y no tiene intención de dejar a Masae, a quien ama como su madre. Masae está igualmente apegada a Shiro, y ambos simplemente asumen que la anciana tiene un resfriado cuando en realidad Shiro está absorbiendo inconscientemente su energía. Cuando Kitaro le dice lo que está pasando realmente, Shiro deja voluntariamente a Masae, y desaparece en las montañas, llorando bajo la lluvia. Es desgarrador a pesar de las imágenes familiares, porque estamos presenciando a dos seres que se aman por las circunstancias, con la tristeza adicional de que sabemos que Shiro no puede volver a vivir entre los humanos ahora que ella conoce su verdadera naturaleza. Masae tiene un hijo llamado, Sho, quien frecuentemente para ausente, pero Shiro básicamente era la única familia que tenía.
Esto es lo que Kitaro le ha estado advirtiendo a Mana desde el primer episodio. Shiro y Masae no pueden estar juntos porque son un yokai y un humano; son seres diferentes que no pueden coexistir en el mismo espacio.
Solo espero esperemos que Shiro encuentre un hogar yokai encantador para vivir.
Posdata: En las escenas nos presentó un flashback del gato yokai con la anciana, triste pero a la vez hermoso.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario