Kai tiene problemas con su piano (no lo puede tocar) después de no calificar para la ronda final de la competencia de música junior. Pero el espectáculo debe continuar y tanto Shuuhei como Kai deben encontrar sus propios caminos musicales y tocar música de la que puedan estar orgullosos.
Después de anunciar su éxito en la competencia musical, el maestro anuncia que Shuuhei regresará a Tokio. Él y Kai tienen una despedida muy emotiva, con una promesa de meñique.
Este episodio definitivamente se sintió como un punto de inflexión, no solo para los personajes, sino también para la serie en general. En los primeros cuatro episodios conocimos a los personajes, dedicamos tiempo a dar cuerpo a sus personalidades, todo mientras sentamos las bases para sus conflictos emocionales y metas a futuro. No fue sino hasta este episodio que empezamos a llegar al meollo de la historia y realmente comenzamos a desarrollar esos temas, particularmente la dinámica entre Kai y Shuuhei como músicos y como personajes.
Esto es algo que se menciona mucho en la serie. Kai es un prodigio del piano natural, mientras que Shuuhei es un músico talentoso a través del trabajo duro y la práctica. Cada uno de ellos tiene diferentes estilos de interpretación.
Posdata: Durante la presentación de Takako, la cámara muestra a la audiencia y en lugar de que se representen en el estilo animado tradicional, se aprecia claramente una imagen de una audiencia real.
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