A pesar de haber sido introducido con un misterio distinto que la rodea, Shoko Makinohara demuestra no ser el punto focal del nuevo arco; ni siquiera está claro si este es el mismo Shoko del que una vez se enamoró Sakuta, especialmente dado que su primer interés amoroso fue un estudiante de secundaria y esta versión está en la secundaria, lo que debería hacer eso imposible. Sin embargo, el nombre y la apariencia similares son demasiado extraños para que no haya algún tipo de conexión.
En cambio, su apariencia más joven ayuda a establecer el enfoque de este nuevo arco. El tema esta vez es Rio Futaba (La chica científica). El fenómeno filosófico vinculado a ella aún no se ha revelado, pero su problema más inmediato es que, literalmente, tiene un doble fantasmagórico; De repente hay dos de ella. Ella teoriza que algún tipo de tele-transportación cuántica podría ser responsable, y que podría ser realmente ambas personas porque se está observando a sí misma en ambos casos, pero la mecánica precisa detrás de esto es menos importante que tener una contraparte. Tampoco se está produciendo una dramática diferencia de personalidad. Sakuta se encuentra con ambos, y ambos tienen pleno conocimiento y comportamiento en línea con su pasado. La única diferencia real es que la nueva versión está aparentemente menos inhibida (especialmente si la última escena del episodio es una indicación) y sabe que el original miente sobre no tener idea de cómo sucedió esto. Mi conjetura es que tiene algo que ver con que sus lados racional y emocional no están de acuerdo entre sí.
Este ángulo tiene algunas posibilidades jugosas, especialmente dado que el frito Yuma de Sakuta es, al menos, consciente de Río y su novia contraria Saki también está involucrada, aunque no necesariamente como adversaria esta vez. Aunque se supone que el nuevo arco se enfoca en Río, lo más destacado de este episodio sigue siendo la relación de Sakuta y Mai. Definitivamente sacan a relucir los lados juguetones de los demás (relativamente hablando), y ver a Mai tratar de encontrar un equilibrio entre su propio interés en una relación potencialmente física y no querer hacer las cosas demasiado fáciles para Sakuta es una delicia absoluta. Tan seco y de una sola nota como ambos parecen al principio, sus interacciones se han relajado gradualmente lo suficiente como para hacerlos más dinámicos e interesantes personajes, y la escena nocturna donde Mai habla con Sakuta en el piso es un buen ejemplo de esto. Con suerte, la "discusión" que tendrán no implicará que Mai tenga que distanciarse por razones profesionales después de que su agente descubrió que tenía un novio, aunque en este punto no puedo imaginar que lo tolere.
¿Podrán los problemas de Rio eclipsar ese hilo? Lo dudo, pero hace un complemento maravilloso para este o cualquier arco de la historia siguiente.
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