El estreno de Fairy Gone fue una rebanada moderadamente entretenida de acción de fantasía cursi. La construcción del mundo fue inestable y exagerada, como suele ser el caso de series como esta, pero me gustó bastante Marlya como protagonista, y el concepto de una agencia que persigue elementos mágicos deshonestos es siempre una premisa sólida a la que recurrir. La serie recientemente se incluyó en la lista de los veinticuatro episodios completos, que serán una bendición o una maldición, según cómo Fairy Gone maneja la libertad de su estructura. Idealmente, la búsqueda de Marlya para salvar el alma de su amiga Verónica se desarrollará y se comprometerá con el tiempo, pero podría ver la historia sucumbiendo al peso de sus propias ambiciones narrativas.
En lo que respecta al segundo capítulo, no hace mucho para indicar de qué manera va a oscilar el péndulo de la historia en términos de calidad. Es principalmente un episodio de configuración, destinado a presentarnos al resto del reparto central del programa mientras se lanza alguna acción para mantener las cosas entretenidas, y en ese sentido, en su mayoría tiene éxito. Sin embargo, le falta algo, un sabor o chispa en particular que ayudaría a los espectadores a invertir en este tipo de procedimientos de otra manera. El flashback de apertura comprueba todas las casillas que debería en el papel, pero la ejecución es confusa. Marlya es la que narra, ofrece detalles sobre su vida solitaria y la familia que perdió en los años previos a su incorporación a Dorothea, pero estas vagas instantáneas también se relacionan con algunos de los antecedentes de Free. Era un soldado de hadas en la guerra, y uno de sus compañeros, Jet, se sacrificó para evitar que Muriera en el campo de batalla. Es bueno que estemos al tanto de esta información desde el principio, pero Hada desaparecida pudo haber sido mucho más elegante en la entrega.
La historia actual es la dosis típica de espionaje militar episódico que se esperaría para esta etapa de la trama. Marlya y Free tienen la tarea de viajar a las ruinas de Dupre en la antigua provincia de Timoon, donde se sospecha que la mafia de Arcame comercia con ilegalmente hadas artificiales. Los soldados que no son capaces de usar hadas reales lucharon en estos trajes mecánicos, y si alguna provincia tiene la idea de acumularlos en caso de que surja otro conflicto, es una mala noticia para todos. Este primer acto del episodio trata principalmente de reintroducir a Free y Marlya, poner a todos al tanto sobre cómo nuestra heroína llegó a ejercer su poder de hadas, presentándonos a personajes como el comandante de Dorothea, Nein Aura, etc. Tenemos un diálogo entre Free y Marlya que nos recuerda que la búsqueda de Verónica todavía está en curso, y que en general, es un tema de género muy bueno, aunque no es exactamente fascinante. No estoy entretenido cuando el guión de un anime aparentemente se enfoca en llenar historia metódica en tiempo real, que es la vibra que el segundo episodio evoca muy a menudo para mi gusto.
Las cosas se vuelven más convincentes una vez que el dúo llega a la cita, donde nos presentan a más miembros del reparto primario: Clara y Serge. La primera es una joven de cara seria que parece ser un agente de Dorothea capaz, mientras que Serge es el bromista que mantiene el ánimo relajado mientras está matando a los malos con su rifle. Son una pareja divertida, y puedo ver que agregan una diversidad muy necesaria a las dinámicas del reparto, ya que Marlya y Free aún no están lo suficientemente desarrolladas para llevar la historia por su cuenta. El segundo acto también nos da a nuestro primer antagonista fuera de Verónica, un antiguo hermano de armas de Wolfran Row, de Free, quien se ha convertido en un pícaro por razones vagamente trágicas. Libertó a Wolfran sobre la esposa y el hijo que "solía" tener,
Wolfran es un Soldado de Hadas, y también es el que encabeza la venta de las Hadas Artificiales, por lo que la escena de lucha extendida lo involucra a él y a un escuadrón de mechas enfrentándose a Free, Marlya, Clara y Serge. Es una buena escena de acción, pero nunca supera ser puramente funcional. El trabajo de la cámara es confiable pero no muy dinámico, ya que la cinematografía pasa por tomas cercanas, medias y amplias en un ritmo predecible. Sigo disfrutando de los diseños de las Hadas, y la combinación de sus modelos CG en los entornos 2D no es el peor ejemplo de la técnica en anime. Aparte de las incoherencias en el modelado y la animación que probablemente se espera que continúen avanzando, no hay nada aquí para enfadarse realmente, pero tampoco nada que inspire temor o emoción.
Esa falta de inspiración fue mi principal punto de partida de este segundo episodio, y espero que solo sea un caso de Fairy que ha encendido los motores antes de que toque el acelerador. Es demasiado temprano en la carrera del programa para decir si la historia está funcionando o no, y admitiré que todavía hay muchas promesas en la trama y la caracterización que hemos logrado hasta ahora. Para darse cuenta de su potencial por completo, Fairy Gone tendrá que volver a marcar su exposición y su complot simple, y tomarse el tiempo necesario para asegurarse de que su mundo y sus personajes tengan intereses emocionales en los que vale la pena invertir.
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