Combina momentos cálidos entre los personajes, la interacción con otras personas, el placer de viajar, establecerse en un lugar propicio para vivir pero con situaciones un tanto desconcertantes, el cual para uno puede ser una sorpresa no tan agradable.
Shizu está buscando un país para asentarse permanentemente, acompañado de Riku (el perro) y Ti (la niña suicida, aficionada a las granadas de guerra). Ellos llegan a un país que parece prometedor, pero cuando exploran el lugar, se enfrentan a un hombre cubierto de sangre que amenaza con matar a todos. El jefe de policía le dice a Shizu que hace cientos de años, se plantaron dispositivos en las cabezas de los esclavos para controlarlos usando ondas de radio. Shizu con algo de escepticismo se ofrece como voluntario para investigar la torre de radio cercana.
Cerca del final hay un episodio corto titulado: "Día de Ti - un día en la vida de la niña", que explora y afianza la amistad de Riku y Ti.
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