La familia de Ichiro apareció más detalladamente en el primer episodio, pero apenas había tenido apariciones desde entonces. Mari le da título a este episodio y toma un papel de co-protagonista, con casi la mitad del episodio contado desde su perspectiva. Ella se involucra de una manera anticipada y sorpresiva en la historia central; conoce a Ando de su clase, incluso le ve pasar el rato con su padre y los sigue. En el camino, obtenemos algunos de los momentos más divertidos de la serie, cuando Mari imagina varios escenarios creativos detrás de cómo los dos sean conocido, pero ella descubre al menos algunos de sus secretos sobrehumanos. La percepción que tenemos tanto de ella como de Ando es igual de interesante. En una escena posterior Mari demuestra que no está segura de cómo actuar con su padre ahora que conoce algunos de sus secretos. Todo esto sucede casi hasta la mitad del episodio. Mientras que en la parte final vemos las escenas de acción, que nos venían anunciando desde el ‘opening’; Hiro contra el mundo, un caos aparentemente apocalíptico. El enfrentamiento de Hiro con la policía, él se infiltra en la estación al mismo estilo que Terminator. Quizás lo hizo por haber disparado a matar contra Shion y su abuela pero después las vemos caminando relativamente ilesas, Hiro las curó.
No tengo nada que reprochar a la animación, impresionantemente muy bien animados en las escenas de acción, pero todo se vio como un acto puramente vacío y repitiendo la misma fórmula de los primeros episodios.
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