Que se encontraran con máquinas que sepan empatizar con las personas, sinceramente no me lo esperaba.
Nos brindan más detalles para entender mejor este extraño y desolado mundo. Las chicas siguen explorando e investigan unas instalaciones que contienen un acuario con un pez, custodiado por un guardián robótico. El conocimiento que contiene el robot es interesante, él explica que estas instalaciones funcionaban como un criadero de peces para la producción masiva de comida, y él mantiene funcionando lo que queda de su sector en ausencia de seres humanos. Al principio, Yuuri y Chito cuestionan la personalidad de esta 'criatura-maquina', sin embargo pronto se dan cuenta de que a pesar de sus cuerpos no orgánicos, todavía experimentan una forma de "vida" comparable a la de los humanos. Esto ocurre en el transcurso de varias conversaciones, durante las cuales el robot expande el concepto de "vida" de las chicas más allá de los seres orgánicos como ellas.
En la escena donde Chito casi se ahoga cuando intenta nadar, las chicas se dan cuenta de que sus propias vidas no son excepcionales cuando se trata de la posibilidad constante de la muerte pero también esto reafirma lo que significa la vida.
Más tarde esa noche, el robot gigante de construcción comienza a desmantelar un sector de la instalación. Temiendo por la vida del pez, Yuuri intenta salvar lo que queda de vida orgánica del lugar.
Me sorprende como este anime toma muchas reflexiones de la vida, y logre transmitirlo de una manera tan placentera, ya sea a través de sus personajes o de su mundo post-apocalíptico.
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