Un pensamiento profundo sobre el valor de las vidas humanas. Algo de reflexión sobre como obtienes la comida, especialmente la carne, ya que para alimentarse de ello se ha tenido que sacrificar un animal, pero el problema no es eso si no la justificación de hacer una caza oportuna para sobrevivir.
Hacia el final del invierno, Kino se encuentra con tres hombres hambrientos que están atrapados en su camión, ya que está atascado en la nieve. Ella ofrece buscarles comida hasta que se recuperen, matando y cocinando conejos aunque tiene dudas sobre valorar las vidas de los hombres sobre las de los conejos. A medida que la nieve comienza a descongelarse, Kino usa a Hermes para ayudar a extraer su camión, pero ellos le disparan y le explican que son traficantes de personas y que ella sería valiosa para ellos. Cuando se distrae al caer la nieve, Kino logra atacar y matar a dos de ellos antes de ejecutar el tercero. Dentro de su camión encuentra los restos de la carga humana que comieron para mantenerse con vida durante el invierno. Mientras se alejan, Hermes le pregunta a Kino si volvería a hacer la misma elección.
La escena donde Kino se enfrenta a estos tres hombres, fue un momento de alta tensión y en cierta manera hermoso de contemplar, no porque haya sido una venganza justa si no por lo impredecible que son los seres humanos. Y como dice Kino: "Estas cosas tienen que pasar. Somos... humanos."
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