jueves, 18 de octubre de 2018

Shingeki no Kyojin. 3x11 – Episodio 48

Espectador ★★★½



Han pasado dos meses desde que Historia se hizo cargo como Reina, y las cosas van relativamente bien para Eren y para el resto de nuestros héroes. Historia ha asumido su papel de líder con aplomo, Eren ha sido capaz de dominar la habilidad de manipular a los titanes lo suficientemente bien para comenzar a remendar los agujeros en los Muros, y Hange ha desarrollado su propio aparato para ejecutar titanes, un sistema de guillotina que utiliza troncos gigantes para romper la nuca de los Titanes, esto servirá para no arriesgar la vida de un solo soldado. Todos los scouts se están recuperando del costo que los últimos meses han tenido, y la sociedad también está comenzando a reconstruirse. 



Además nos comparten más detalles sobre el momento en que Eren adquirió sus poderes. Las visiones de Eren desde la caverna lo llevaron al único hombre que pudo haber tenido contacto con su padre el día de la caída de Shiganshina, que resultó ser el antiguo comandante del Cuerpo de Cadetes, Keith Sadies. Cuando lo rastrean, encuentran a un hombre amargado y quebrantado que está más que dispuesto a compartir su historia, aunque viene con una advertencia: él no sabe casi nada sobre la verdad detrás de las acciones de Grisha Jaeger, y su historia finalmente será "inútil".
Keith no se equivoca, en la medida en que su flashback contribuye a los mitos generales de la historia. Aparte de revelar el origen de Grisha como un amnésico desde afuera de las paredes y la larga amistad/rivalidad de Keith con él, no aprendemos mucho que no podríamos haber descubierto por nuestra cuenta. La identidad de Grisha era un misterio incluso para él mismo por lo que Keith sabe, pero fue capaz de dejar su huella convirtiéndose en un médico que ayudó a tantas personas como pudo. Se encontró con la madre de Eren después de salvarla de la plaga, engendró a su hijo y, finalmente, sacó a su hijo al bosque para vengar la muerte de Carla Jaeger y cambiar la vida de Eren para siempre.

Este episodio muestra a Keith como un hombre profundamente arrogante y profundamente avergonzado de su propia mediocridad, y es una historia interesante que contar después de la confrontación de Eren con su supuesta "falta" de especialidad. Tanto Keith como Eren usaron su estatus como soldados para reforzar su ira y anclar su orgullo, convencidos de que serían los "elegidos" para derrotar a los Titanes de una vez por todas. Sus motivos pueden haber sido diferentes, ya que Eren fue impulsado por la venganza donde Keith solo se había preocupado por su propio ego, pero la estructura básica de sus viajes era la misma.

Pero la lección difícil que Eren tuvo que aprender es que su poder no es una cualidad innata con la que fue dotado en virtud de su propio merito: resultó ser el hijo de un hombre con sangre en las manos y muchos secretos por mantener, y cuando el mundo se vino abajo, ese hombre puso la carga de sus propias acciones sobre los hombros de Eren, ya sea que las quisiera o no. Y ahí es donde el episodio nos quiere transmitir ese mensaje, cuando Keith le dice a Eren que a su madre nunca le preocupó que su hijo fuera excepcional, poderoso o "genial". Su madre simplemente se preocupaba de que Eren pudiera vivir como él mismo. Es un pequeño consuelo para él, pero viendo que Bertholdt, Reiner y la Bestia Titán están en camino, esta batalla aún no termina.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario