domingo, 1 de abril de 2018

Koi wa Ameagari no You ni. Episodio 12 (¿Final de Temporada?)

Después de la lluvia ★★★½



El capítulo final de esta serie o quizás de esta temporada, porque lo dejan abierto para que esta historia continúe. Realmente estoy seguro que va haber una segunda temporada. 

Fue realmente satisfactorio ver a Tachibana y Kondo retomar la promesa que se hicieron antes de conocerse. Sin embargo, el cambio de enfoque que le dieron, quizás no me resulto del todo tan sorprendente, porque recordando los primeros episodios donde comenzó como un romance prohibido, atractivo y en cierta manera hasta intrigante; termino en una historia sobre perseguir sueños. Mientras una parte de mí esperaba que Tachibana y Kondo se acercaran al romance cada vez más profundo, pero creo que este final ayuda a mantener la posibilidad de que esta historia deja muchas puertas abiertas. 




En general, este anime me ha deslumbrando especialmente en los primeros episodios, donde siempre mantenía mi expectativa de un romance diferente y de ritmo muy atrayente para un espectador promedio como yo:). 
Algo que si destaco mucho fue la animación, escenas tan hermosas y detalladas que le dieron un aspecto casi único. La forma en que dibujaron a Tachibana y su personalidad resaltaron muy bien el desarrollo del personaje. Akira Tachibana ha sido de los pocos personajes que me han dejado cautivado, hay algunas escenas donde su belleza resalta enormemente. Me encanta Tachibana, de las chicas más hermosas del anime. 
Kondo es muy sincero sobre sus sueños y metas que por ahora no logro cumplir, pero todavía se le ve muy inseguro en cuanto al romance, y aún más inseguro si la chica que se ha enamorado de él tiene 17 años. 
Mientras que Haruka Kyan representa la amistad sincera y a veces conflictiva. Pero al final Kyan y Tachibana retoman su amistad y el sueño de seguir compitiendo. La escena final de Kondo y Akira despidiéndose fue maravillosa, y no solo el hecho de que Kondo ya no puede negar sus sentimientos hacia Tachibana, si no de la promesa que algún día se volverán a ver.

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