Siempre ha habido la sensación de que parte del trabajo de Kitaro en nombre de los humanos puede no ser tan amado por sus hermanos yokai. En algunos casos, lo hemos visto directamente, pero este episodio va más lejos que nunca, cuando Kitaro es puesto a prueba por supuestamente destruir Hitotsume-kozo, un yokai completamente inofensivo cuyo mayor truco es sorprender a las personas al aparecer repentinamente en calles oscuras. La evidencia ciertamente parece estar en su contra: el fiscal Momon-jii tiene agujas de pelo y una huella de geta para probar su culpabilidad, junto con un testigo ocular que vio a Kitaro destruir al inofensivo yokai. Con quinientos años en una olla de solución licuadora que cuelga sobre Kitaro en la cabeza, las cosas no se ven bien, especialmente cuando se presenta a Mana como testigo y tiene que admitir que ha visto a Kitaro eliminar a yokai antes.
Sin embargo, la verdadera tensión proviene del hecho de que sabemos que el Hombre Rata está de alguna manera detrás de todo. No hace falta mucho de lógica para darse cuenta de su primera aparición en la puerta de Kitaro de que es culpable de tener algo que ver con este caso, y que él le ofrece una bebida al Viejo Llorón antes de que el juicio ciertamente respalde esa suposición. Pero cuando el Hombre Rata se encuentra descaradamente en el estrado con lo que da la impresión de ser una sonrisa de suficiencia en su rostro, sabemos exactamente lo que debe estar pasando: Hombre Rata ha vendido su supuesto "mejor amigo" para obtener ganancias financieras.
Está totalmente dentro del personaje del Hombre Rata, de verdad. Es leal solo a sí mismo y a su codicia, posiblemente como resultado de no encajar realmente como humano o yokai. Su herencia mixta ha sido mencionada más de una vez en el transcurso de la serie, y dado que en un momento clave del juicio es que Kitaro (un yokai) hace daño a yokai por el bien de los humanos, es difícil no ver al menos un racismo parcial. Mensaje en el episodio. Es conveniente pasar por alto que en la mayoría de los casos (si no en todos), Kitaro está eliminando a alguien que es un problema tanto para los humanos como para los yokai, en lugar de simplemente eliminarlos alegremente para que los humanos sean felices, porque la afirmación central de la fiscalía es que Kitaro de alguna manera se ha vuelto contra "el suyo". Que esto no es algo en lo que muchos de los yokai que hemos aprendido a querer pensar es evidente no solo por la firme defensa de la Chica Gato de su amigo, sino también por la reacción de Kojiro cuando ve Mana trajo como testigo para el procesamiento. Si Kitaro es culpable de esencialmente gustar demasiado a los humanos, ¿dónde pone a Kojiro como un yokai que está activamente enamorado de una chica humana? ¿Eso también lo arroja como un traidor al yokai? No tenemos mucho más que algunas miradas de su parte, pero el hecho de que tengamos tantas parece indicar que sus sentimientos por Mana podrían hacerle caer en la misma situación. Una posición en caso de que alguien le ofrezca suficiente dinero al Hombre Rata.
Por supuesto, el verdadero culpable no es el Hombre Rata ni Momon-ji: es Nanashi. Realmente está mejorando su juego ahora, llevándolo a un estado casi completo, y Kitaro se da cuenta de quién debe estar detrás del juicio tan pronto como el Hombre Rata deba confesar su perjurio. Si Nanashi está consciente de los pensamientos de Kitaro casi no es importante, aunque él sabe claramente que Kitaro será una amenaza a largo plazo para sus planes (de ahí el juicio), también vio el juicio como una buena manera de obtener algo de información. Más energía negativa, suficiente para permitirle marcar a Mana con otro personaje. Kitaro no parece darse cuenta de que Nanashi ha estado haciendo eso, lo que significa que es alarmantemente poderoso, pero su arrogancia por usar el único Kitaro humano realmente está apegado a lo que su embarcación puede demostrar que es su última perdición, y no pasará mucho tiempo antes de que lo descubramos.
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