Director: Aneesh Chaganty
De las películas más absorbentes, atrapantes e imaginativas del año, y porque no, un thriller muy innovador.
¿De qué trata?
John Cho interpreta a un padre que se comunica principalmente con su hija Margot de 16 años por teléfono. La relación entre los dos se volvió distante después de la reciente muerte de la madre de Margot, lo que la llevó a retirarse a una vida semi secreta en línea. Cuando Margot no llega a casa una noche, unas llamadas llevan a papá a sospechar que algo salió mal. Aparecen evidencias que apuntan a posibles implicaciones oscuras, y la detective asignada al caso de la persona desaparecida le pide que lo ayude a buscar pistas en la extensa vida digital de su hija.
Desde su investigación, la comunicación con el detective y las actualizaciones de la fuente de información sobre el caso en el espacio vemos que la película se desarrolla a través de una vista fija en monitores de computadora. Todo lo que vemos está en su computadora portátil o en la de Margot, o (en un momento dado) en la vieja PC de su difunta madre.
Este es un viaje completamente a través de pantallas de computadoras portátiles, secuencias de noticias, teléfonos inteligentes y otros dispositivos interconectados que utilizamos para organizar nuestras vidas. Sin embargo, en lugar de usar esto como un truco narrativo, la película utiliza el formato de formas deliciosamente variadas. No solo vemos la historia a través de la webcam de la hija de Cho; Vemos llamadas de Skype,
Google Maps, FaceTime e incluso una versión ficticia de un servicio muy real que transmite a los funerales (lo que se convierte en el escenario dramático de uno de los giros más sorprendentes de la película).
El personaje de Cho no es solo un padre que está buscando a su hija; Al piratear su correo electrónico y buscar en las transmisiones en vivo, la búsqueda ocasionalmente se convierte en un drama familiar sobre la ruptura entre un padre y una hija a raíz de una tragedia pasada. Los minutos iniciales de la película, establece una gran cantidad de bases necesarias para humanizar a las personas que su audiencia seguirá a través de docena de capas de artificio tecnológico.
El formato centrado en la pantalla le permite al espectador jugar al detective junto con Cho, las resmas de correos electrónicos, mensajes de texto y otras pistas cibernéticas permiten una experiencia extrañamente interactiva. Todo lo que se muestra es emocionante, cada nueva pista y desarrollo en la búsqueda de Cho se siente inesperado y novedoso.
A lo largo de su tiempo de ejecución, "Searching" nos hace reflexionar cada vez que escribimos una determinada frase a alguien a través de las redes sociales y otra plataforma, pero antes de enviarla, volvemos y editamos una palabra, si no eliminamos la cosa por completo y reescribimos algo completamente diferente. Esta es una película que desafía a quienes nos basamos en cómo nos comportamos en el ámbito virtual como las redes sociales. Las redes sociales no solo son una plataforma que generalmente muestra solo el lado positivo de cada persona, sino que también es un lugar donde casi nada se puede verificar. ¿Cómo sabes que estás hablando con la persona adecuada? ¿Cómo puedes confiar en alguien?
La película también es tan buena para crear una respuesta emocional como para generar suspenso. Hace ambas cosas de manera efectiva, aunque algunas de las necesidades del género hacen que la película se extienda demasiado durante los últimos 15-20 minutos.
Al utilizar programas, aplicaciones y sitios web que todos conocen, la búsqueda hace que la familiaridad sea una herramienta crítica. Dejando de lado la resolución del final, esta película de suspenso me involucró en un nivel que pocas películas lo saben hacer, llevándome al misterio y sin dejarlo ver hasta los créditos finales.
Sin duda para mí, otra buena cinta para destacar en este año.
-- Visto el Sábado 24 Noviembre del 2018 —
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