Lupin es contratado por su viejo amigo Gaston para robar una pintura de la bóveda del Sr. B, un coleccionista de arte compulsivo. La pintura es una falsificación de Picasso ostensiblemente pintada por el nieto de Gaston. Lupin tiene éxito en su atraco, pero él y Jigen terminan siendo perseguidos por el DGES. Lupin descubre que la pintura es el escondite de una libreta que contiene información sobre crímenes de alto nivel silenciados por la policía francesa, evidencia que derrocaría a varias personas de alto nivel si sus contenidos se hicieran públicos. Lupin luego descubre que el Gastón que lo contrató era un impostor, ya que el real murió hace un mes. Una pista luego condujo a Albert, un individuo del pasado de Lupin que nunca quiso ver de nuevo.
La pintura definitivamente no es real, pero esconde un secreto valioso y mortal.
Hubo algunos elementos realmente inteligentes en el esquema del episodio. Una fue que la pintura fue intencionalmente vendida a un acaparador de arte para garantizar su fácil recuperación más adelante, sin temor a que se revenda. El segundo era el plan de Lupin en el que hacía que Jigen se hiciera pasar por él mientras esperaba en el auto del oficial para mostrarle el verdadero propósito de la obra de arte. Lo que terminó siendo que dentro del lienzo, había una lista de todos los tratos sucios y los crímenes detallados y la corrupción de la policía francesa, presumiblemente con nombres, fechas y horarios. La Inteligencia Francesa, DGSE, estaba interesada en conseguir la libreta antes de que pudiera filtrarse o ser utilizada para el chantaje, pero el tipo posó porque Gaston confiaba en la curiosidad de Lupin.
Ahora, presumiblemente, el tipo llamado Albert, cuyos pasatiempos son la relojería, es el titiritero en este asunto. Se describe en las descripciones oficiales de esta serie en aplicación de la ley y como una figura en el pasado de Lupin.
Es difícil no entusiasmarse con una historia con tantos misterios tentadores como este. Pero incluso sin eso, este es un episodio realmente genial (y más una con esa banda sonora frenética de jazz). El magnífico entorno francés y la historia en constante intriga hacen que la serie se sienta fresca y emocionante.
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