Otra vez como siempre demostrando que la animación es de alto nivel, y los matices sentimentales de los protagonistas se funden tan cálidamente con este mundo de fantasía. Chise ya encontró su equilibrio emocional y también la estabilidad de su poder mágico; ya terminando de tallar su varita, Lindel canta un nuevo hechizo, combinando la varita mágica con gemas y el pelo de Chise; las canciones que nos brindan son muy apacibles. Mientras Chise sostiene su varita, tiene una visión del reino de los espíritus donde se encuentra con el tío Nevin (El dragón patriarcal), ella admite que sus sentimientos por Elias la preocupan ya que había tratado de mantenerse distante en caso de que él ya no la quisiera. Lo que me dejo pensativo es que el tío Nevin le dice a Chise que está agradecido de que su madre eligió no matarla porque entonces nunca podría haber ayudado a tanta gente.
La escena de magia pura y fantástica, cuando Chise se convierte en una especie de 'Ave Fénix' para volar de regreso a casa. Cuando llega a los brazos de Elías, se alegra de que su casa se sienta cálida otra vez. Antes de que Chise pueda decirle lo que quiere decir, se queda dormida por el uso de demasiada magia. Estos momentos son de absoluta belleza y arte, y lo que me sorprende es que estos momentos no han brindado a lo largo de estos 12 episodios. Cerca del final, Chise sueña sobre un momento en que sus padres y ella de niña eran felices; pero todavía queda el misterio del porque su madre se suicidó, además también podía ver a los espíritus que atormentaban a Chise. De regreso a casa, Chise recuerda los momentos que pasaron y ahora se siente feliz por primera vez en años. Es admirable el gran trabajo que tiene este anime es realmente bello los paisajes los detalles de luz y colores.
Después de los créditos muestran al parecer algunas escenas adelantadas de los acontecimientos futuros de la serie ¿Hay un enfrentamiento entre Elias y Chise?
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