Después de un episodio completo en lo profundo de la psiquis deprimida de Rei, fue bueno tomarme un respiro ya que a través de las reuniones con el enamoramiento de Hina y más allá, este episodio manejó su optimismo y su comedia de manera muy efectiva.
El episodio comenzó donde concluyó el último, y Rei se vio obligado a charlar con el jugador de béisbol Yuusuke Takahashi. Aunque Rei fue intimidado inicialmente por Yuusuke, resultó que la sensación de asombro era mutua. El actual camino escolar de Yuusuke en realidad fue motivado por su admiración por Rei, a quien veía como alguien con todos sus problemas realmente resueltos. Resulta que las personas que creemos que lo tienen todo en general, en general siguen siendo un desastre a su manera.
Aunque Yuusuke estaba impresionado por Rei, tenía una pregunta incómoda para él: ¿por qué Rei había regresado a la escuela secundaria después de su primer año como profesional? Atrapado con la guardia baja por esta pregunta, Rei finalmente ideó un discurso bien pensado sobre su deseo de evitar el arrepentimiento. Aunque estaba preocupado por la recepción de este discurso, la respuesta de Yuusuke dejó en claro que entendía completamente los sentimientos de Rei.
Escuchar esa confirmación de entendimiento hizo que Rei se sintiera realmente feliz, quizás por primera vez en esta serie. En un nivel de escritura de personajes, esta era una narración inteligente. Gran parte de la ansiedad de Rei en los últimos dos episodios se debió a su desconfianza en sus propios sentimientos: no sabe qué lo inspira a seguir adelante, y no sabe por qué odia perder, por lo que puede hacer todo lo posible. Escuchar una confirmación de que sus sentimientos tienen sentido y son válidos no es solo un sentimiento generalmente satisfactorio, sino que también responde directamente a uno de los mayores temores de Rei.
En un nivel de ejecución visual, ese momento de felicidad le permitió a la serie establecer los motivo para la depresión anegada de Rei. Los sentimientos de desesperanza de Rei generalmente se representan a través del agua, ya sea las burbujas que se elevan en su botella de agua o las visiones de sí mismo que se hunden debajo del puente. Pero cuando Rei es capaz de encontrar la felicidad, sus sentimientos son representados por pájaros en vuelo, volando sobre el mismo puente cuando el sol se pone.
Ya sean positivas o negativas, todas las emociones de Rei están vinculadas a los marcadores visuales del puente, lo que tiene sentido. La depresión de Rei, y la depresión en general, a menudo se expresa como una falta total de sentimientos, que se ejemplifica en cómo Rei lo encuentra tan extraño cuando ve a Hina llorando. Incluso ser capaz de sentir pena puede ser un escape de la depresión, y Rei claramente necesita alcanzarla dado que todavía está reprimiendo su pena por la muerte de su familia. Al vincular las emociones positivas y negativas con las imágenes del puente, 3-gatsu no Lion enfatiza cómo la ruta de Rei hacia la totalidad emocional es también la ruta que toma hacia la casa de las hermanas. Su influencia en su vida es el contexto para su escape del vacío emocional.
También fue agradable ver a Rei feliz por su propio bien, algo que también enfatizó el resto de este episodio. Aunque sentí que un par de escenas específicas en la segunda mitad de este episodio fueron sobrevendidos (la pelea de Akari con los gatos por ejemplo), también sentí que esas escenas fueron algunos de los momentos más cómicos y genuinamente cálidos de la serie hasta ahora. Al agregar a Yuusuke a la dinámica familiar, se logró una dinámica de ida y vuelta, con sentimientos de felicidad y camaradería que surgieron naturalmente del diálogo, donde la relación entre los personajes transmitió la calidez de forma natural.
Además de la fantástica secuencia de "los comentarios de shogi se transformaron en palabras motivadoras" de Nikaidou, hizo de este episodio el segmento optimista más exitoso que la serie ha construido.
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